Por: William Brown, Biofísico de Resonance Science Foundation
Para cualquier consideración seria de la capacidad de la humanidad para prosperar a largo plazo, el viaje interestelar es una necesidad primordial. Además, los viajes interestelares son vitales para satisfacer la curiosidad y la naturaleza exploradora de la humanidad, y acelerarán nuestra comprensión de la naturaleza del universo hasta el siguiente nivel.
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Los métodos actuales de propulsión química no nos llevarán a las estrellas.
Con la física unificada para entender el origen de la masa y la gravedad, es posible diseñar sistemas de propulsión que interactúen directamente con la estructura del espaciotiempo para controlar la gravedad. Con el control gravitacional, las naves aéreas y espaciales pueden ser aceleradas a velocidades antes inalcanzables. La ingeniería directa de la métrica del espaciotiempo de esta manera puede incluso permitir un viaje más rápido que la luz (ver: http://www.andersoninstitute.com/alcubierre-warp-drive.html).
El físico Nassim Haramein y su equipo de ingenieros y científicos han estado trabajando diligentemente en la construcción de un dispositivo de este tipo: un motor gravitatorio que da forma y extrae energía directamente del vacío cuántico (véase http://www.torustech.com/technology). Si tiene éxito, el propulsor espacial permitirá la verdadera liberación de energía y los viajes interestelares.
Hasta que este sistema de propulsión gravitacional se desarrolle y sea operativo, es importante explorar medios alternativos de viaje interestelar, y precisamente esa misión está en marcha. Stephen Hawking propuso un método viable para propulsar una pequeña nave a Alfa Centauri utilizando la luz, un viaje que, según él, podría realizarse en 20 años. Entonces, el inversor multimillonario Yuri Milner inició un proyecto de 100 millones de dólares llamado Breakthrough Starshot para hacer realidad esa propuesta.
Ahora, los astrofísicos que trabajan en el Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar han anunciado un método para desacelerar la nave utilizando una honda gravitatoria y la presión solar de la radiación de Alfa Centauri. Aunque es fantástico poder llegar a nuestro vecino más cercano a un 20% de la velocidad de la luz, existe un gran problema si la nave no puede ser desacelerada hasta alcanzar órbitas estables en su ubicación. Estos nuevos cálculos demuestran la viabilidad de llegar con éxito a Alfa Centauri.
Alfa Centauri es un destino prioritario no sólo por su proximidad, sino también porque recientemente se ha confirmado la existencia de un planeta similar a la Tierra en torno a Próxima Centauri b. El planeta se encuentra dentro de la zona habitable de Próxima b y, por tanto, tiene la posibilidad de contener sistemas vivos, una posibilidad que podría investigarse a fondo dentro de una generación con la nave de propulsión solar.
Artículo: http://www.nextbigfuture.com/2017/02/a-decelerating-gravity-slingshot-and.html