En el curso del desarrollo de sus revolucionarias ideas científicas, el físico Nassim Haramein encontró indicios de una comprensión de los principios fundamentales de la física y la naturaleza del universo, codificados en los restos arquitectónicos de antiguas civilizaciones. La información codificada en los asombrosos restos arqueológicos, como las pirámides de Mesoamérica, no sólo eran reflejos que validaban la teoría que Haramein estaba desarrollando, sino también fuertes indicios de un estado mucho más sofisticado y tecnológicamente avanzado de la antigua civilización humana.
Los nuevos hallazgos del análisis arqueológico de la actividad humana de 130.000 años de antigüedad en Norteamérica coinciden con la suposición de que la historia de los libros de texto de la humanidad es incompleta o, en muchos casos, completamente incorrecta. El análisis arqueológico de artefactos y civilizaciones antiguas - Archaeological analysis of ancient artifacts and civilizations -es un esfuerzo clave en la investigación que se realiza en Resonance Science Foundation.
La datación de alta tecnología de los restos de mastodonte encontrados en el sur de California ha destrozado la cronología de la migración humana a América, haciendo retroceder la presencia de los homínidos hasta hace 130.000 años y no sólo 15.000, según afirmaron el miércoles los investigadores.
Dientes y huesos de la criatura parecida a un elefante, inequívocamente modificados por la mano del hombre, junto con martillos de piedra y yunques, no dejan lugar a dudas de que alguna especie de humano primitivo se dio un festín con su cadáver, informan en la revista Nature.
Descubiertos en 1992 durante las obras de ampliación de una autopista, los fragmentos óseos "muestran claros signos de haber sido rotos deliberadamente por seres humanos con destreza manual", dijo el autor principal, Steve Holen, director de investigación del Centro de Investigación del Paleolítico Americano.
Hasta ahora, el primer paso confirmado de nuestros antepasados hacia América del Norte tuvo lugar hace unos 15.000 años. Se trataba de humanos modernos -Homo sapiens- que probablemente cruzaron desde Siberia a lo que hoy es Alaska, por tierra o por la costa. Se han hecho otras afirmaciones sobre una huella bípeda aún más temprana en el continente, pero ninguna se remonta a más de 50.000 años, y todas siguen siendo muy discutidas.
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En el curso del desarrollo de sus revolucionarias ideas científicas, el físico Nassim Haramein encontró indicios de una comprensión de los principios fundamentales de la física y la naturaleza del universo, codificados en los restos arquitectónicos de antiguas civilizaciones. La información codificada en los asombrosos restos arqueológicos, como las pirámides de Mesoamérica, no sólo eran reflejos que validaban la teoría que Haramein estaba desarrollando, sino también fuertes indicios de un estado mucho más sofisticado y tecnológicamente avanzado de la antigua civilización humana.
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