Nuevo Estudio Examina Cómo la Conciencia en el Universo es Invariante a Escala e Implica un Horizonte de Sucesos del Cerebro Humano

Por:  William Brown, Biofísico e investigador de Resonance Science Foundation

Un artículo publicado recientemente en el Journal of NeuroQuantology presenta un modelo holofractográmico unitario que está redefiniendo la visión de los científicos sobre la física de la conciencia y la interacción sin fisuras de la dinámica de la información desde los niveles más fundamentales del universo hasta el sistema vivo y el cosmos en su conjunto.

Grandes avances en el estudio de la física de la conciencia—y la dinámica de la información en general- se están produciendo a través del descubrimiento y la elucidación de los principios holográficos y fractales que subyacen a las propiedades fundamentales de la naturaleza. Por ejemplo, en una organización fractal el grado de complejidad de un sistema no tiene escala, o es invariante bajo cualquier traslación de magnitud. Esto significa que uno puede "acercarse" o "alejarse" eternamente y se observará el mismo grado de complejidad: los patrones de patrones se reiteran ad infinitum. Esto tiene implicaciones para la ciencia de la conciencia, ya que a menudo se asume que la conciencia emerge en un sistema una vez que alcanza un umbral significativo de complejidad e integración. Sin embargo, si la complejidad fuera invariante en cuanto a la escala, ¿no es posible que los mismos procesos de información que engendran la conciencia en un dominio observable se den también en escalas más pequeñas?

El reciente estudio examina las pruebas de la naturaleza sin escala de la conciencia, en la que la geometría toroidal -como el conocido doble toroide- puede modelar la conciencia en todos los niveles fractales del universo y cómo confluye en el sistema cognitivo humano como un espacio de trabajo holográfico dentro del cerebro, un "horizonte de sucesos cerebral".

Los autores del documento—Dr. Meijer, profesor emérito de la Universidad de Groningen; y  Dr. Geesink, biofísico que ha desarrollado novedosas tecnologías de blindaje electromagnético y ha dirigido proyectos de desarrollo de polímeros y nanotecnología mineral -investigación de DSM- han realizado un trabajo pionero en la investigación biofísica que está respondiendo a algunas de las cuestiones pendientes más difíciles en biología y otros campos científicos importantes. A partir de un meta-análisis de más de 500 publicaciones biomédicas relacionadas con la radiación electromagnética (EM) y la interacción con el sistema biológico, Geesink y Meijer identificaron un patrón novedoso y específico de frecuencias EM coherentes que tienen biorresonancias estadísticamente significativas. Gracias a la identificación de dominios específicos de frecuencias EM que tienen efectos significativos en el sistema inter e intracelular, los investigadores pudieron correlacionar sus datos con las resonancias de onda conocidas de los nucleótidos en solución acuosa, las proteínas y las enzimas, así como las vibraciones inducidas por el sonido evocado en los biopolímeros y las membranas celulares.

La investigación describe con detalle la interacción de la luz y el sonido dentro del sistema biológico: cómo las ondas fotónicas, fonónicas y solitónicas son instrumentales e integrales para mantener y dirigir la coherencia y el orden del sistema inter e intracelular en el desarrollo y el procesamiento de la información. Las oscilaciones solitónicas en grandes biomoléculas pueden dar lugar a la coherencia cuántica, conocida como condensación de Fröhlich,  que Meijer y Geesink han explicado y que puede crear patrones de ondas geométricas cuánticas que guían a las biomoléculas y a las células de forma muy parecida a la estructura de ondas piloto de la mecánica bohmiana, mostrando cómo el sistema vivo, y los procesos de información que subyacen a la conciencia de la vida, residen en un nivel mucho más profundo e intrínseco del universo.

Artículo: Consciousness in the Universe is Scale Invariant and Implies an Event Horizon of the Human Brain.