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El espacio no está vacío ni es silencioso. Aunque técnicamente es un vacío, el espacio contiene partículas cargadas de energía, gobernadas por campos magnéticos y eléctricos, y se comporta de forma diferente a todo lo que experimentamos en la Tierra. En las regiones con campos magnéticos, como el entorno espacial que rodea a nuestro planeta, las partículas son continuamente lanzadas de un lado a otro por el movimiento de varias ondas electromagnéticas conocidas como ondas de plasma. Estas ondas de plasma, al igual que el rugido del océano, crean una cacofonía rítmica que, con las herramientas adecuadas, podemos escuchar en el espacio.
Al igual que las olas ruedan por el océano como los frentes de tormenta se mueven por la atmósfera, las perturbaciones en el espacio pueden provocar ondas. Estas ondas se producen cuando los campos eléctricos y magnéticos fluctuantes atraviesan los grupos de iones y electrones que componen el plasma, empujando algunos a velocidades aceleradas. Esta interacción controla el equilibrio de las partículas altamente energéticas que se inyectan y se pierden en el entorno cercano a la Tierra.
Un tipo de onda de plasma fundamental para configurar nuestro entorno cercano a la Tierra son las ondas en modo silbador. Estas ondas crean sonidos distintos que dependen del plasma que atraviesan. Por ejemplo, la región cercana a la Tierra, llamada plasmasfera, es relativamente densa con plasma frío. Las ondas que viajan dentro de esta región suenan de forma muy diferente a las que están fuera. Aunque las distintas ondas en modo silbante emiten sonidos diferentes, todas se mueven de la misma manera, con las mismas propiedades electromagnéticas.
Audio Player, ingresa al link para escuchar:Por: NASA/University of Iowa