Las Partículas Salen Volando de los Polos de la Tierra

^{Foto: Las 48 antenas de ANITA apuntan hacia el hielo antártico en una góndola de 25 pies de altura. Crédito: Christian Miki/Universidad de Hawai en Manoa}

^{Por: Dra. Amira Val Baker, Astrofísica e investigadora de Resonance Science Foundation} 

La detección de rayos cósmicos es rara, pero la última detección es aún más, ya que parece ir en la dirección equivocada.

Los rayos cósmicos bombardean la Tierra todos los días y se miden en lugares de observación de todo el mundo, siendo el más notable el situado en el polo sur de la Tierra.

Para no dejarse engañar por su nombre histórico, los rayos cósmicos se refieren generalmente a partículas de alta energía con masa, mientras que la alta energía en forma de rayos gamma y/o rayos X son fotones. Estas partículas cósmicas fueron descubiertas en 1912 por Victor Hess cuando ascendió a 5300 metros de altura en un globo aerostático y detectó un aumento significativo de los niveles de ionización en la atmósfera.

En muchos casos, los rayos cósmicos no se observan directamente y son los efectos secundarios, como los rayos gamma o los neutrinos que se detectan. Por ello, se están realizando esfuerzos para detectar estos "rayos" alusivos en una serie de lugares de observación como la Antena de Transitorios Impulsivos de la NASA (ANITA) y el observatorio de neutrinos del Polo Sur IceCube.

Por muy raras que sean estas detecciones, en marzo de 2016 se realizaron dos de ellas en ANITA. El único problema es que van en la dirección equivocada, es decir, en lugar de bombardear la Tierra desde el espacio, emanan del Polo Sur de la Tierra. Los científicos están simplemente perplejos. Una de las hipótesis es que las partículas son o bien neutrinos que rara vez chocan con la materia (también conocidos como neutrinos estériles) o bien distribuciones atípicas de materia oscura. Sin embargo, el mes pasado se realizaron observaciones de apoyo en el observatorio IceCube que, tras un análisis más profundo, sugieren firmemente que esos sucesos pueden deberse a una física más allá del modelo estándar. Será interesante ver lo que revelan otras observaciones y análisis.

Cuando vemos la gravedad como una propiedad emergente debida a la dinámica de giro coherente del vacío cuántico, los chorros que emergen de la región polar de la entidad giratoria son una consecuencia obvia. La región polar de cualquier sistema giratorio experimentará las máximas fuerzas de atracción en las regiones polares, lo que dará lugar a una acumulación de presión y la posterior liberación hacia el exterior en forma de chorros. Esto lo vemos en los chorros de alta energía de los agujeros negros que aprovechan la energía de rotación del agujero negro giratorio.

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