Los cuásares son objetos luminosos con agujeros negros supermasivos en su centro, visibles a grandes distancias cósmicas. La materia infalible aumenta la masa del agujero negro y también es responsable del brillo del cuásar. Ahora, utilizando el observatorio W.M. Keck de Hawai, los astrónomos dirigidos por Christina Eilers han descubierto cuásares extremadamente jóvenes con una propiedad desconcertante: estos cuásares tienen la masa de unos mil millones de soles y, sin embargo, han estado acumulando materia durante menos de 100.000 años. La sabiduría convencional dice que los cuásares de esa masa deberían haber necesitado atraer materia durante mil veces más tiempo: un enigma cósmico. Los resultados se han publicado en la edición del 2 de mayo de la revista Astrophysical Journal.
Ahora, investigadores del Instituto Max Planck de Astronomía (MPIA) han descubierto tres cuásares que desafían la sabiduría convencional sobre el crecimiento de los agujeros negros. Estos cuásares son extremadamente masivos, pero no deberían haber tenido tiempo suficiente para acumular toda esa masa. El descubrimiento, que se basa en las observaciones realizadas en el observatorio W.M. Keck de Hawai, permite vislumbrar la antigua historia cósmica: Debido a su extrema luminosidad, los cuásares pueden observarse a grandes distancias. Los astrónomos observaron cuásares cuya luz tardó casi 13.000 millones de años en llegar a la Tierra. En consecuencia, las observaciones muestran estos cuásares no como son hoy, sino como eran hace casi 13.000 millones de años, menos de mil millones de años después del Big Bang.
Artículo: https://phys.org/news/2017-05-discovery-early-universe-poses-black.html
Más información: Anna-Christina Eilers et al. Implications of∼ 6 Quasar Proximity Zones for the Epoch of Reionization and Quasar Lifetimes, The Astrophysical Journal (2017). DOI: 10.3847/1538-4357/aa6c60
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