En la ciencia del siglo XX surgió la interesante idea de que nuestro universo podría no ser el único y, de hecho, podría haber un número infinito de otros universos. Esto llegó a conocerse como el multiverso y proporcionó una explicación convincente del origen de nuestro universo; es uno de los muchos que nacen todo el tiempo; y por lo cual, parece tener los valores justos de sus constantes fundamentales, lo que se conoce como el problema del ajuste fino. Obsérvese que se trata de un concepto ligeramente diferente al que se encuentra en la interpretación de los muchos mundos de la mecánica cuántica. En ella hay un número infinito de universos paralelos, y esencialmente todo lo que puede ocurrir lo hace, sólo que en realidades separadas pero paralelas.
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A pesar de todo el apoyo que ha recibido la teoría, también ha sido ridiculizada por carecer de la capacidad de falsificar o apoyar sus postulados, es decir, que no se puede probar. Parece que se sitúa fuera del ámbito normal de la ciencia y más bien como una investigación filosófica o metafísica.
Sin embargo, ahora parece que puede haber una prueba que puede proporcionar apoyo empírico a favor o en contra de la teoría.
El multiverso es una faceta importante de la física unificada, ya que es integral para entender la formación y el comportamiento de nuestro universo. En la física unificada, el multiverso ayuda a explicar por qué el universo tiene el tamaño particular y la densidad de energía cosmológica que se observa: no es aleatorio sino que se debe a su relación con otros universos. Esto, a su vez, determina otros valores fundamentales como el tamaño del protón y la longitud de Planck. La capacidad de estudiar el multiverso de forma empírica será de gran importancia.
Artículo: http://www.astronomy.com/news/2017/01/what-is-the-multiverse