Crédito: Shutterstock/Getty Images
Somos muy conscientes de la direccionalidad del tiempo. Todo lo que conocemos parece seguir un patrón determinado y todos los acontecimientos tienden a moverse en una trayectoria unidireccional. En otras palabras, convencionalmente se sabe que, una vez que se ha producido un determinado acontecimiento, no hay posibilidad de que pueda invertirse. La razón física es simple: la flecha del tiempo. En general, la flecha del tiempo apunta en una única dirección hacia adelante y éste es uno de los principales retos sin resolver de los fundamentos de la física, porque los físicos no saben a ciencia cierta por qué la naturaleza del tiempo es tal.
El tiempo como entidad no puede controlarse ni manipularse. Sin embargo, podemos manipular la evolución de un sistema físico...
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