Agujeros Negros ... ¿Soles Negros?

^{Imagen de la ESA}

^{Por: Dra. Inés Urdaneta, Físico e Investigadora de Resonance Science Foundation} 

Se pensaba que las estrellas eran el componente principal y más importante para que la vida prosperara ... hasta ahora. Investigadores de la Universidad de Harvard explican que la radiación procedente de los agujeros negros ¡podría hacer lo mismo!

Las zonas habitables en el espacio exterior se han definido con respecto a las estrellas (soles), como regiones donde la radiación y la energía de la estrella son adecuadas para la aparición de la vida. Más cerca o más lejos de esta fuente de energía, la temperatura sería demasiado fría o demasiado caliente para que existiera agua líquida en la superficie de un planeta. La zona en la que puede haber agua líquida y oportunidades biológicas se conoce como la "zona Ricitos de Oro".

Un nuevo estudio publicado en The Astrophysical Journal ha encontrado también estas zonas alrededor de los agujeros negros supermasivos. Esto es bastante sorprendente, ya que los alrededores de un agujero negro, formados por discos arremolinados de gas y polvo llamados Núcleos Galácticos Activos -AGN-, emiten enormes cantidades de radiación (principalmente rayos X, gamma y luz ultravioleta) que podrían destruir la atmósfera de un planeta cercano, creando una zona muerta alrededor del agujero negro.

Tras realizar simulaciones numéricas con programas que modelan los AGN, los investigadores pudieron identificar dichas regiones alrededor de los agujeros negros y concluyeron que el régimen de destrucción estaba muy sobreestimado. Por ejemplo, la zona dañina se encuentra a 100 años luz, una distancia mucho menor que los 3.200 años luz previstos por estudios anteriores para Sagitario A* -el agujero negro supermasivo de la Vía Láctea-. Por su parte, su región de Ricitos de Oro se extiende a 140 años luz del centro del agujero negro. 

Al ser más estrecha la distancia peligrosa de la región del AGN que la extensión total de la zona del AGN, si se coloca un planeta dentro de la región del AGN restante, la atmósfera del planeta podría permanecer intacta mientras que al mismo tiempo la radiación de los núcleos activos podría romper las moléculas para crear los bloques de construcción biológicos que son los lípidos, las proteínas y el ADN. Por tanto, dado que no toda la zona del AGN es destructiva, si se trata de una galaxia como la nuestra, la región de fotosíntesis impulsada por el AGN se extendería hasta 1.100 años luz fuera del centro de la galaxia. Al mismo tiempo, la luz que emana del AGN podría facilitar la fotosíntesis, un hecho especialmente importante para los planetas que flotan libremente y que se cree que no tienen ninguna fuente de energía luminosa a su alrededor.

 

"Los astrónomos han estimado que podría haber alrededor de 1.000 millones de estos planetas rebeldes a la deriva en la zona de Ricitos de Oro de una galaxia similar a la Vía Láctea"

– Manasvi.

En cuanto a los efectos nocivos de la radiación ultravioleta y de rayos X en estas zonas, los científicos afirman que las bacterias de la Tierra crearon biopelículas para protegerse de los rayos ultravioleta, y que los rayos X y los rayos gamma también son fácilmente absorbidos por las atmósferas similares a la de la Tierra, reduciendo considerablemente su impacto.